Alimentos para el crecimiento de los bebes, infancia y pubertad. Consejos para alimentar a sus hijos.

 

Alimentos  para el crecimiento de los bebes, infancia y pubertad.

Consejos para alimentar a sus hijos


Primeros pasos.

· Cuando comience a comer alimentos sólidos, dele a su bebé un alimento nuevo por vez; no le dé mezclas (como cenas de cereal, fruta o carne). Dele el alimento nuevo entre tres y cinco días antes de incorporar otro alimento nuevo. De este modo, podrá saber a qué alimentos puede ser alérgico/a o no tolera.

· Comience con cantidades pequeñas de nuevos alimentos sólidos: una cucharadita al principio, y aumente lentamente a una cucharada sopera.
Primero ofrézcale un cereal de arroz deshidratado para bebés, mezclado como se indica, luego ofrézcale vegetales, frutas y luego las carnes.
No use sal ni azúcar al preparar alimentos caseros para bebés. Los alimentos enlatados pueden contener grandes cantidades de sal y azúcar, y no deben usarse para alimentar al bebé. Siempre lave y pele las frutas y los vegetales y quite las semillas o pepitas. Tenga especial cuidado con las frutas y vegetales que están en contacto con el suelo. Pueden contener esporas de botulismo que envenenan los alimentos.
Los cereales con hierro para bebés deben darse hasta los 18 meses de edad.
La leche de vaca no debe agregarse a la dieta hasta que su bebé tenga 1 año. La leche de vaca no proporciona los nutrientes adecuados para su bebé.
La AAP recomienda no dar jugos de fruta a bebés menores de 6 meses. Solo se les puede ofrecer jugos de fruta 100% naturales (sin azúcar agregada) y pasteurizados a bebés más grandes y niños, y debe limitarse a 4 onzas (120 ml) por día. Diluya el jugo con agua y ofrézcalo en una taza con una comida.
Ofrezca toda la comida con una cuchara. Su bebé debe aprender a alimentarse con una cuchara. No use un biberón con cuchara. Solo se debe colocar leche de fórmula o agua en el biberón.
Evite la miel en cualquier forma durante el primer año de su hijo/a, ya que puede provocar botulismo infantil.
No coloque a su bebé sobre la cama con un biberón sostenido por la boca. Esto se vincula con un mayor riesgo de infecciones en el oído. Una vez que brotan los dientes, esto puede provocarle putrefacción de los dientes. También hay riesgo de asfixia.
Ayude a su bebé a dejar el biberón cuando cumpla el primer año.
Evite el "síndrome de plato vacío". Forzar a su hijo/a a comer toda la comida en su plato, aunque no tenga hambre no es un buen hábito. Le ensaña a comer solo porque hay comida y no porque tiene hambre. Espere que el apetito disminuya y sea más selectivo a medida que disminuye la velocidad de crecimiento del bebé alrededor del primer año.
Los bebés y niños pequeños no deben comer perros calientes, nueces, semillas, caramelos duros, palomitas, frutas ni vegetales crudos que sean duros, uvas ni mantequilla de maní. Estos alimentos no son seguros y pueden provocar que el niño o la niña se asfixie. Muchos proveedores de atención médica sugieren reservar estos alimentos hasta que el niño o la niña cumple 3 o 4 años. Siempre mire a su hijo/a pequeño/a mientras come. Insista en que se siente para comer o beber.
Los bebés sanos casi no necesitan agua adicional, salvo cuando hace mucho calor. Cuando se comienza a proporcionar alimentos sólidos, suele necesitarse agua adicional.
No limite las opciones de alimentos de su bebé a lo que a usted le gusta. Si le ofrece una variedad amplia de alimentos a una edad temprana, allanará el camino para un buen hábito alimentario futuro.
La grasa y el colesterol no deben restringirse en las dietas de los niños muy pequeños, a menos que lo indique el proveedor de atención médica de su hijo. Los niños necesitan calorías, grasas y colesterol para el desarrollo de su cerebro y sistema nervioso, y para el crecimiento general.

La infancia y la pubertad son las dos etapas en las que se experimenta el crecimiento, de ahí que las necesidades de nutrientes sean fundamentales para niños y adolescentes. No obstante, los alimentos para crecer deben tenerse en cuenta durante toda la vida, ya que el cuerpo humano no deja nunca de cambiar.





La clave del crecimiento está en los músculos y en los huesos. Por esta razón, para incentivar su crecimiento, es fundamental una dieta rica en:

Vitaminas. Son responsables en gran medida de la reparación tisular (intercambio gaseoso entre la sangre y los diferentes tejidos del cuerpo). Participan en el metabolismo energético (obtienen energía) y actúan también en la síntesis de colágeno. Las siguientes son las principales vitaminas responsables de un correcto crecimiento y los alimentos donde se acumulan: alimentos como los cítricos, fuente de vitamina C; las verduras frescas, fuente de vitamina A; el aceite de oliva, fuente de vitamina E; las carnes, leche y yogures, fuentes de vitaminas del grupo B; o el huevo y el pescado, fuentes de vitamina D.







Minerales. Calcio, fósforo y hierro son imprescindibles para un buen crecimiento. El calcio se halla en la leche y sus derivados, las legumbres, el pescado y los frutos secos. El fósforo se encuentra en estos mismos alimentos y en la carne. El hierro está presente en verduras de hoja verde, legumbres, carne y cereales integrales.




Proteínas. Este nutriente resulta esencial para el crecimiento, por lo que nunca debe faltar en la dieta diaria, ni de un niño, ni de un adulto. Alimentos como la carne de pollo, los lácteos (queso, leche o yogur) y el huevo son de vital importancia. Su principal función es la formación de tejido nuevo, pero, además, al ser ricos en aminoácidos, se ocupan de estimular la hormona del crecimiento (triptófano, arginina, lisina y tirosina), sobre todo en los más pequeños.







Hidratos de carbono. Este grupo de alimentos es el encargado de proporcionar energía al cuerpo y de preservar a las proteínas para que puedan realizar sus funciones de manera correcta. Se aconsejan los hidratos de carbono de absorción lenta, los azúcares complejos (cereales integrales, legumbres, verduras) y, como azúcares rápidos que aportan la energía de manera instantánea, la fruta.







· Grasas insaturadas. Las grasas son importantes para el organismo, puesto que son las responsables de proteger el sistema cardiovascular y forman parte de las membranas que recubren los órganos. Se recomienda consumir frutos secos, aceite de oliva o vegetal y todo tipo de semillas.







· Agua. El agua es fuente de vida; sin ella, esta es imposible. Además, abastece a los músculos cuando aumentan de tamaño, de modo que nunca puede faltar. Beber dos litros de agua al día es suficiente para cubrir las necesidades del organismo.







Además de procurar incluir estos alimentos en la dieta, es muy importante evitar el tabaco y el alcohol. Está comprobado que los cigarrillos y el consumo de bebidas alcohólicas inhibe el crecimiento y el desarrollo hormonal.

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